Estimados colegas:
Como maestro ¿Cómo consideras la evaluación? ¿Estás tomando en cuenta su finalidad?
¿Cómo perciben los estudiantes la evaluación?
Veamos el siguiente video CLIC
2. Función acreditativa
Pretende esencialmente determinar qué estudiantes han logrado los aprendizajes necesarios (capacidades, conocimientos y actitudes) para otorgarles la certificación correspondiente. Por esta razón se considera que esta función tiene carácter administrativo. Certifica la adquisición de competencias, capacidades, conocimientos y actitudes al término del grado, ciclo o año de formación con fines promoción o repitencia, según las exigencias del sistema educativo.
1. Planificación de la evaluación.
En esta etapa se intenta dar respuesta a las siguientes preguntas:
¿Qué evaluaré? -> Se selecciona las capacidades, conocimientos y actitudes que se evaluará durante una unidad didáctica o sesión de aprendizaje.
¿Para qué evaluaré? -> Se precisa la utilidad que se dará a la información: para detectar el estado inicial de los estudiantes, para regular el proceso o para determinar el nivel de desarrollo alcanzado en alguna capacidad.
¿Cómo evaluaré? -> Se selecciona las técnicas y procedimientos más adecuados para evaluar las capacidades, conocimientos y actitudes.
¿Con qué instrumentos? -> Se seleccionan los instrumentos que permitan evaluar los indicadores.
¿Cuándo evaluaré? -> Se seleccionan los instrumentos que permitan evaluar los indicadores.
Precisamos el momento en que se realizará la aplicación de los instrumentos.
2. Ejecución: recojo y selección de información sobre los aprendizajes de los estudiantes, a través de las interacciones en el aula, aplicación de técnicas e instrumentos de evaluación u otras situaciones de evaluación que se consideren oportunas.
3. Interpretación y valoración de la información.
Se trata de encontrar sentido a los resultados de la evaluación, determinar si son coherentes o no con los propósitos planteados y emitir un juicio de valor objetivo y cualitativo.
La información recogida se compara y analiza en relación con los niveles de logro establecidos en cada área.
4. Comunicación de los resultados.
Esto significa que se analiza y se dialoga acerca del proceso educativo con la participación de los alumnos, docentes y de los padres de familia, de tal manera que los resultados de la evaluación son conocidos por todos los interesados.
5. Toma de decisiones.
Los resultados de la evaluación deben llevarnos a aplicar medidas pertinentes y oportunas para mejorar el proceso de aprendizaje. Esto implica volver sobre lo actuado para atender aquellos aspectos que requieran readecuaciones, profundización, refuerzo o recuperación. Las deficiencias que se produzcan pueden provenir tanto de las estrategias empleadas por el docente como de la propia evaluación.
De acuerdo con las personas que realizan o están encargadas de la evaluación, se puede considerar:
La autoevaluación, cuando un sujeto evalúa su propio desempeño, no con el propósito de autocalificarse, sino con la finalidad de reflexionan y toman conciencia acerca de sus propios aprendizajes y de los factores que en ellos intervienen, para retroalimentarlos y mejorarlos.
Algunas recomendaciones para poner en práctica la autoevaluación:
Coevaluación, es la evaluación que es realizada entre pares, de una actividad o trabajo que se ha realizado. Este tipo de evaluación puede darse en diversas circunstancias:
Heteroevaluación, es la evaluación que realiza una persona sobre otra respecto a su desempeño, su trabajo, las capacidades desarrolladas, actuación, etc. A diferencia de la coevaluación, aquí las personas pertenecen a distintos niveles, es decir no cumplen la misma función. En el ámbito en el que nos desenvolvemos, se refiere a la evaluación que habitualmente lleva a cabo el profesor con respecto a los aprendizajes de sus estudiantes; sin embargo también es importante que la heteroevaluación pueda realizarse del estudiante hacia el profesor ya que no debemos perder de vista que la evaluación es un proceso que compromete a todos los agentes del sistema educativo.
Competencia: en el contexto educativo se evalúa a través de las capacidades (interdependientes y relacionadas entre sí; no de modo aislado e incongruente), es decir en la actuación reflexiva del estudiante, en su desempeño, cuando se ponen en juego determinados conocimientos, capacidades, habilidades, destrezas y actitudes.
Capacidad: como un conjunto de habilidades y destrezas potenciales, se evalúa a partir de su evidencia –conducta observable- mediante pruebas de desempeño, pruebas objetivas, listas de cotejo, informes, cuestionarios, ensayos, entre otros instrumentos.
Conocimientos: conjunto de concepciones, representaciones y significados en relación con los distintos contenidos de aprendizaje que se proponen para su asimilación y construcción. No es el fin del proceso pedagógico, es decir, no se pretende que el estudiante acumule información, la aprenda de memoria, sino que la procese, la sepa utilizar y aplicar como medio o herramienta para desarrollar capacidades. Precisamente, a través de éstas es evaluado el conocimiento.
Actitudes: teniendo en cuenta que las actitudes son predisposiciones, tendencias, conductas favorables o desfavorables hacia un objeto, persona o situación, se evalúan como respuestas que pueden ser verbales o comportamientos manifiestos. Se utilizan escalas de actitud, cuestionarios, listas de cotejo, entre otros.